PAULA ALMERARES

Magia que atraviesa generaciones – NOTA por Ana Seoane

Perfil Editorial- Revista

Este fin de semana se presenta en el Teatro Colón una nueva versión de La Bohème. Hablan la soprano Paula Almerares y el tenor Gustavo López Manzitti, talentos nacionales.

Pasaron 122 años del estreno de La Bohème y su magia sigue intacta. Esta vez, ocho años después de la última vez que se interpretó en la histórica reapertura del Teatro Colón (2010), regresa nuevamente al máximo coliseo argentino con varios condimentos especiales. La soprano platense Paula Almerares y el tenor Gustavo López Manzitti serán dos de las luminarias que interpretarán y le darán cuerpo a la ópera que crearon Giacomo Puccini (música), Giuseppe Giacosa y Luigi Illica (libretos). Ambos, talentos argentinos, que además brillan en el exterior, dialogaron con PERFIL en la previa del estreno. La preparación y su método para poner en “gola” a sus voces; sus desafíos y sueños.

Almerares, quien este año cumple 25 años de carrera, proviene de una familia de artistas: su madre fue Leonora Baldassari, considerada la mejor bailarina de la Argentina y su padre, Héctor, supo ganar el premio Konex de Platino como mejor Cuarteto de Cuerdas. López Manzitti, de reconocida experiencia, con una rica y variada trayectoria como cantante lírico a nivel internacional, su arte lo llevó desde hacer papeles clásicos a trabajar con Les Luthiers, Gerardo Sofovich y Norma Aleandro. Tras las funciones de La Bohème, viajará a Nueva York (EE.UU.) para interpretar, bajo las órdenes de Ida Angland, Aida de Giuseppe Verdi.

—¿Cómo se preparan para el estreno y qué significa en sus carreras profesionales volver al Colón?

ALMERARES: Desde el punto de vista artístico llega en la plenitud de mi carrera, yo me siento en un momento en el cual puedo encarar muchos más títulos de ópera y sumar más repertorio. Tengo cada vez más seguridad en el escenario. Y eso es porque la vida te golpea por varios lados y también te da satisfacciones; entonces crecés vertiginosamente. El crecimiento me hizo bien a la voz, me potenció.

—¿Cómo es la preparación de sus voces para este tipo de espectáculo?

A.: Cada vez que hago una ópera, y la repito, le busco cosas nuevas, le agrego más cosas que, por supuesto, el régisseur me permitió, por eso es como si de algún modo la estuviera haciendo por primera vez”. Además, no hablo 24 horas antes del estreno. Para comunicarme tengo Whatsapp (se ríe). Al abrirse mi cuerpo y también mi espíritu mi voz mejoró mucho más allá del dolor. Aprendí a través del dolor. Y me siento muy satisfecha por tener amigos, porque puedo llamar y contar lo que me pasa. En mi vida no tuve experiencias de grandes amistades porque siempre estuve muy alerta. Y esto me ayudó muchísimo, tanto es así que me abrí un perfil de Facebook, que puede parecer muy tonto, pero para mí significó muchísimo, porque dejé de tener miedo.